miércoles, 23 de septiembre de 2009

Los Finales y los Principios*

Marzo de 2007. Tras conocerse que nombró a su cuñado (de 18 años) como su chofer personal, el Presidente Ejecutivo del IMAS, Diego Víquez, “renunció” a su cargo, no lo echaron.

Setiembre de 2007. Tras la difusión del llamado “memorando del miedo” y en medio de un ecendido escándalo político, el Vicepresidente de la República, Kevin Casas, “renunció” a su cargo, no lo echaron.

Marzo de 2008. Al no poder sostener una serie de afirmaciones alarmistas -y que nunca se concretaron- el Ministro de Seguridad, Fernando Berrocal, “renunció” a su cargo, no lo echaron.

Agosto de 2008. Cuestionado por la presunta desviación de fondos de una donación de Taiwán por $1.5 millones, el Ministro de Vivienda, Fernando Zumbado, “renunció” a su cargo, no lo echaron.

Febrero de 2009. Por gastarse ¢627.000 de fondos públicos en un almuerzo/pachanga en el restaurante Cerutti, el Gerente del BANHVI, Ennio Rodríguez, “renunció” a su cargo, no lo echaron.

Febrero de 2009. Por gastarse ¢627.000 de fondos públicos en un almuerzo/pachanga en el restaurante Cerutti, la jefa de don Ennio, la Ministra de Vivienda Clara “Clarita” Zomer, no renunció, ni la echaron y ahí sigue con su cara de barro.

Marzo de 2009. Cuestionado por la adjucación de ¢3.692 millones a empresas pertenecientes a ex-clientes suyos, el Presidente de la Comisión Nacional de Emergencias, Daniel Gallardo, “renunció” a su cargo, no lo echaron.

Marzo de 2009. En medio de un escándalo y acusaciones por presuntamente autorizar concesiones mineras a empresas controladas por familiares suyos, el Ministro de Ambiente, Roberto Dobles, “renunció” a su cargo, no lo echaron. A pesar de los serios cuestionamientos y de que existe en su contra una investigación en proceso, hasta el día de hoy, Dobles sigue haciendo trabajo para el MINAET y representando al país en condición de “embajador cara de barro”.

Setiembre de 2009. Por cobrarle al Ejecutivo usando a la Sala IV como mensajera, el Consejo de Gobierno despidió al Presidente del INVU. Sí, lo echaron. Tal como debió ocurrir con los célebres personajes previamente citados. La diferencia, es que al señor Mourelo no se le acusa de nada ilegal, ni inmoral.

Está claro: este es -sin lugar a dudas- un Gobierno de principios.

*Tomado de fusil de chispas.

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